Cuando alguien me dice que alguna de mis recetas no le ha gustado es cuando intento mejorar cada cosa que hago ^-^
Cuando mi club de catadores personalizado (los compis de piso de mi hermana) no estuvieron contentos del todo con los donuts caseros que hice, fue cuando decidí cambiar la receta casi por completo...
Y estoy muuuy orgullosa del resultado porque ellos lo están ^___^
Cambió tanto la textura (a mi me encantan esponjosos) como el sabor, siendo más dulces y más parecidos a unos donuts caseros que probé en una panadería que realmente me encantaron.
Quiero compartir con todos vosotros esta receta y animaros a que la hagáis en casa ^.^ Es muy fácil y entretenida, y el resultado son unos donuts caseros realmente buenos!
Los ingredientes son casi los mismos de la otra receta:
- 500 g de harina de fuerza
- 2 huevos medianos a temperatura ambiente
- 150 ml de leche semidesnatada tibia (unos 37º)
- 110 g de azúcar blanco
- 90 g de azúcar invertido
- 1 cucharada de extracto de vainilla
- 40 g de levadura fresca
- 75 g de mantequilla sin sal a temperatura ambiente o semi derretida
- 1/2 cucharadita de sal
- aceite de girasol para freír los donuts
Para la glasa blanca:
- 20 g de mantequilla sin sal (derretida)
- 150 g de azúcar glass
- agua caliente
- 20 g de mantequilla sin sal (derretida)
- 150 g de azúcar glass + la cantidad que haga falta adicional para que la textura sea densa
- agua caliente
- colorante amarillo (o del color que queráis)
- 20 g de mantequilla derretida
- 50 g de chocolate negro para fundir
Modo de preparación:
En un bol, ponemos la harina. Añadimos el azúcar blanco en una esquina y en otra alejada, la sal. Hacemos un agujero en medio de la harina y desmenuzamos en su interior la levadura fresca (es importante que no toque la sal). Encima de ésta, vertemos la leche tibia, el azúcar invertido, los huevos y la vainilla.
Removemos los ingredientes para
mezclarlos bien hasta obtener una masa que resulte fácil
de manejar con las manos.
Enharinamos el banco de trabajo y
amasamos (y a ser posible, también refinamos, es decir, estiramos la masa y la volvemos a juntar), añadiendo de vez en cuando un poquito de harina
para evitar que se nos pegue en las manos y en el banco. Amasamos (aproximadamente 10 minutos)
hasta que la masa tenga un aspecto liso (en la otra receta tenéis fotos^^)
A continuación, añadimos la
mantequilla a la masa. La mantequilla tiene que estar muy blandita.
Volvemos a amasar hasta que se vuelva manejable.
Tapamos y dejamos reposar al menos una
hora y media (este tiempo es muy variable, ya que depende de factores
como la temperatura ambiente). La masa tiene que doblar su tamaño
original.
Mientras podemos ir haciendo la glasa.
Para ello, calentaremos la mantequilla hasta derretirla. Vamos a utilizar 3 boles: en el primero de ellos, pondremos 150 g de azúcar glass, añadiremos los 20 g de mantequilla derretida y un poquito de agua tibia, removeremos y tendremos nuestra primera glasa (la blanca). La textura tiene que ser ligeramente densa.
Repetiremos la operación en otro bol, le añadiremos el colorante hasta obtener el color deseado y volveremos a añadir azúcar glass hasta obtener una consistencia muy densa.
Por último, derretimos la mantequilla que nos queda del tercer bol y el chocolate negro, y se nos queda la glasa de chocolate.
Repetiremos la operación en otro bol, le añadiremos el colorante hasta obtener el color deseado y volveremos a añadir azúcar glass hasta obtener una consistencia muy densa.
Por último, derretimos la mantequilla que nos queda del tercer bol y el chocolate negro, y se nos queda la glasa de chocolate.
Cuando la masa haya doblado su tamaño,
enharinamos un poco el banco de cocina y estiramos la masa con un
rodillo. Lo ideal seria que la masa tuviera un grosor de 1 cm o 1,5 cm, ni muy
fina, ni muy gruesa. Cortamos los donuts y los dejamos en una bandeja.
Una vez que tenemos los donuts ya
cortados encima de una bandeja, tenemos dos opciones: la primera,
taparlos con un trapo, con papel vegetal o con film transparente y
volverlos a dejar una hora y media aproximadamente hasta que doblen
su volumen (indicado en sitios donde la temperatura ambiente es
cálida). La otra opción (es la que tengo que hacer yo porque en mi
casa no se derrite ni la mantequilla u.u) es precalentar el horno a
50º y cuando esté caliente se apaga. Metemos los donuts, cerramos
el horno y los dejamos aproximadamente media hora (duplicarán su
tamaño), pero cuidado: si nos pasamos bajarán, así que hay que
vigilarlos. En media hora pueden estar listos.
Ahora vamos a proceder a freír los
donuts. Para ello, ponemos abundante aceite de girasol en una sartén
y cuando esté caliente, ponemos el fuego medio y vamos friendo los
donuts. Se fríen aproximadamente medio minuto por cada lado (tienen que quedar doraditos), si no, podrían salir crudos.
Los sacamos y los dejamos encima de
papel absorbente de cocina. Calentitos, los metemos en el bol de la glasa que queramos, los empapamos bien y los dejamos secar sobre una rejilla.
Os doy los mismos consejos que en la otra receta:
- Estos donuts tan caseros en cuestión de un día se secan mucho. Mi principal consejo es que una vez se hayan medio enfriado los congeléis. Cuando os apetezcan, los sacáis un par de horas antes y estan buenísimos, incluso mejor que recién hechos ^^
- Personalmente, al estirar la masa, me gusta tirando a gordita, porque luego los donuts son más anchos... Es que soy muy golosa! Pero cuidado, si son demasiado gruesos se os pueden quedar crudos, ya que os puede parecer que se fríen demasiado.
- El chocolate, si es negro, mejor (por ejemplo, el chocolate negro de fundir de Hacendado, Nestlé...). Los de la foto son de chocolate con leche porque tengo una amiga que el negro de fundir no le gusta, pero el sabor queda demasiado suave ^^
- Os aconsejo también que no añadáis demasiada harina mientras amasáis. La masa se os podría secar demasiado y no sería manejable ^^
- Yo uso este cortador. Le da la formita redondeada tan característica ^^ Os dejo una foto para que lo veáis:
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